El turismo en el Oriente Antioqueño ha aumentado un 50%, consolidándose como un destino clave en Colombia.
Este crecimiento se debe a su variada oferta turística, que incluye paisajes naturales, como el icónico Peñol y el embalse de Guatapé, así como experiencias culturales en pueblos como Rionegro y El Carmen de Viboral. La inversión en infraestructura y la promoción del ecoturismo han sido factores determinantes.
Además, su proximidad a Medellín lo convierte en un escape perfecto para locales y visitantes, atrayendo cada vez a más turistas en busca de aventura y tranquilidad.